Cada semana hay una multitud de políticos, líderes y miembros de consejos, incluso padres, familias, amigos y vecinos que se reúnen para encontrar soluciones a los problemas que enfrentan. Lamentablemente, las soluciones que se proponen no siempre son las ideales. Lo más probable es que usted también ha participado en reuniones donde se pasa más tiempo hablando del problema y culpando a las personas responsables, que buscando una solución práctica y avanzando. Waltraud Puzicha pregunta "¿por qué se resuelven los problemas con tanta dificultad?" Su respuesta: "Los que quieren resolverlos, no pueden. Los que pueden, no quieren. Y a los que quieren y pueden, no se les deja."
Thomas Härry nos recuerda que cuando se trata de problemas, también se vive entre dos polos: (a) saber afrontar los problemas de una manera sana y (b) vivir de forma positiva ante lo no resuelto. Así como hay problemas que se resuelven de manera rápida, hay otros donde el proceso dura más y se necesita conservar la calma. Cabe mencionar que una solución rápida no siempre es lo ideal - hay instancias donde la capacidad de esperar y de soportar lo no resuelto pueden terminar en una mejor solución. Härry ofrece consejos prácticos para ambos escenarios.
Resolviendo los Problemas
Henry Kissinger dijo "si queremos resolver a un conflicto, necesitamos condensarlo. Teniendo el extracto, lo podemos analizar mejor." Las siguientes preguntas nos pueden ayudar.
¿Qué exactamente es el problema?
¿Cuáles son los síntomas del problema?
¿Cómo se ve la solución?
¿Cuál es el camino hacia la solución?
¿Para cuando queremos resolver el problema?
¿De qué manera y con qué frecuencia, medimos nuestro avance?
¿Cómo reconocemos que el problema ha sido resuelto?
¿Cuáles dificultades / retos anticipamos en el camino hacia la solución?
¿Con qué evento concluimos el proceso?
Soportando lo No Resuelto
Teilhard de Chardin dijo "es más fácil resolver los problemas, que vivir con ellos." Los problemas no resueltos nos presionan - nos hacen sentir que no tenemos las cosas bajo nuestro control. En organizaciones y grupos incluso puede haber una presión adicional cuando las personas empiezan a preguntar "¿por qué todavía no se ha resuelto ese problema?" Hay veces que dicha presión nos gana y cometemos el error de sacrificar una mejor solución a largo plazo, por un arreglo rápido. Los siguientes consejos de Härry nos pueden ayudar a manejar mejor a dicha presión.
Acepta y soporta lo no resuelto. Nuestro cerebro identifica lo no resuelto como un peligro y nos causa estrés. Ante tal situación puede ser de ayuda si nos preguntamos ¿qué es lo peor que me puede pasar justo ahora? Ver de forma crítica y realista a la situación y recordarnos de la importancia de la resiliencia (la capacidad de superar los retos de la vida).
Rompe con el pensamiento en blanco y negro. Las personas que piensan de esta manera, se sienten obligadas a clasificar todo en categorías de correcto y falso, bueno y malo, justo e injusto, útil e inútil. Sin embargo, la realidad es que el mundo no es tan simple, como muchas veces nos gustaría que fuera.
Confia. No se trata de simplemente cruzar nuestros brazos y confiar en que todo saldrá bien. Tampoco implica solo confiar en nuestras propias habilidades. Significa confiar en que Dios nos ayudará, mediante nuestras habilidades.
Esta semana te animo a pensar en un problema que enfrentas actualmente. Usa las 9 preguntas para condensarlo y pensar en una posible solución. Pero recuerda, hay casos donde vale la pena esperar, hasta que se presente una mejor solución.
Estos comentarios son un resumen del capítulo 12 del libro de "Die Kunst des reifen Handelns" escrito por Thomas Härry. Foto: Startup Stock Photos.
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