¿Quién es una persona que admiras? Piensa en alguien que respetas por la forma en que vive, por el trato que le da a las personas que lo rodean y por cómo se comporta en medio de situaciones complejas.
Cuando se trata de líderes, todos queremos a personas de excelencia. Individuos que nos comprenden, pero que no sean muy dóciles; que tengan metas claras, sin ser testarudos; empáticos pero que no se dejen manipular. En otras palabras, personas que actúan con madurez.
Un comportamiento maduro depende entre otras cosas, de tres factores:
Las circunstancias actuales
Las habilidades de la persona
Su personalidad
De estas tres, la más importante es su personalidad.
Un individuo con una gran personalidad - que actúa con madurez - no es una persona perfecta que tiene todo en orden, sino una persona normal con sus respectivas fortalezas y debilidades. Lo que la hace especial, es que cuida su propia vida, descubriendo rasgos y comportamientos problemáticos en sí misma (patrones que pueden lastimar a ella misma, a otras personas o a su trabajo), para luego tomar los pasos necesarios para cambiar.
En cambio, personas disfuncionales crean un clima de inseguridad, de desconfianza, de chismes y distancia. Esto lleva a malos entendidos y una espiral de pensamientos, sentimientos y palabras negativas. En poco tiempo, la mayoría de la gente busca distanciarse de tal persona.
En las próximas semanas queremos explorar lo que fomenta una gran personalidad, y luego ver sugerencias prácticas para actuar con madurez.
Estos comentarios son un resumen de la introducción al libro de "Die Kunst des reifen Handelns" escrito por Thomas Härry. Foto: Markus Spiske.
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