Mi padre es una persona que siempre ha disfrutado trabajar en su jardín y mantener un patio bonito con una diversidad de árboles y otras plantas. Es una actividad que lo ayuda a descansar y a renovar sus energías. Siempre se esfuerza por dar lo necesario a las plantes para que estas puedan crecer y desarrollarse bien.
Los ingenieros agrónomos dicen que cada planta tiene un "potencial biótico". Esto significa que cada planta tiene la capacidad inherente de crecer, sobrevivir y reproducir. Cómo personas, no podemos hacer crecer las plantas, sino meramente crear un ambiente que permita el crecimiento, proporcionado elementos como un suelo fértil, agua fresca, buen fertilizante, mucho sol, etc.
Hasta cierto punto, nuestro trabajo como líderes es similar. No podemos controlar el crecimiento y desarrollo de las personas y las organizaciones, pero podemos crear entornos que fomentan el crecimiento. El biólogo Justus Von Liebig descubrió que son cuatro elementos los que permiten el crecimiento de una planta: nitrógeno, cal, acido fosfórico y potasa. Cuando estos cuatro elementos se encuentran presentes en el suelo, el crecimiento se da en automático. Pero el desarrollo se detiene cuando uno o más están ausente. Como líderes necesitamos estar conscientes de los elementos que fomentan el crecimiento en las personas.
De acuerdo al autor Tim Elmore, diversos estudios que se han hecho demuestran que la gran mayoría de líderes, ha tenido algún mentor que estuvo detrás de ellos y que los orientó y retó para seguir creciendo. Si me pongo a pensar en mi propia vida, siento una profunda gratitud por Cornelio Heide y Jake Harms. Desde que tenía los 16 años, Cornelio empezó a ofrecerme distintas oportunidades seguras en áreas de enseñanza y liderazgo. Me ofrecía retroalimentación y conforme yo aprendía, el me asignaba responsabilidades cada vez más grandes. Jake siempre estuvo dispuesto a recibir mi multitud de preguntas y dudas, y con su gran experiencia y sabiduría me ayudo a procesar distintos temas en mi vida.
Tomando el ejemplo de Jesús con sus discípulos, Elmore propone cuatro elementos que fomentan el crecimiento en las personas:
Instrucción: les ofreció enseñanzas verbales y prácticas que les ayudarían en su vida cotidiana como líderes y seguidores de Cristo.
Demostración: Jesús demostró esas verdades y enseñanzas con su propia vida, ejemplo y acción.
Experiencia: les ofreció oportunidades seguras para hacer diferentes cosas por si mismos.
Retroalimentación: al terminar una experiencia práctica, les ofreció retroalimentación, explicando lo que se hizo bien y lo que se necesitaba trabajar.
Estos son cuatro elementos que nosotros también podemos aplicar para fomentar el desarrollo y crecimiento de las personas. Como líderes nuestra responsabilidad primordial no es la de establecer grandes organizaciones, sino de ayudar a desarrollar grandes personas. Para concluir, te invito a reflexionar sobre algunas preguntas:
¿Cuáles personas han sido mentores en tu vida? ¿Qué hicieron para fomentar tu propio crecimiento y desarrollo?
¿En quiénes estás tu invirtiendo ahorita? ¿De qué manera estás tu ahora ayudando a otras personas a crecer?
Capítulo diez, del libro "Habitudes: Images that form Leadership Habits and Attitudes #2" por el Dr. Tim Elmore. Foto: Cottonbro
Comments