Todas las buenas relaciones, las que perduran con el tiempo, requieren de conflicto productivo para poder crecer. Esto aplica tanto para un matrimonio o una amistad como para una empresa. Es por ello por lo que el conflicto productivo es la segunda cualidad de un equipo sano y fuerte. Cuando un equipo logra fomentar una confianza entre sus integrantes, las personas se atreven a participar en debates apasionados y emocionales, lo cual permite encontrar mejores soluciones en menos tiempo.
Lamentablemente, muchas veces el conflicto es percibido como algo negativo que las personas buscan evitar - especialmente en el trabajo. Al definir el conflicto en este sentido, es importante hacer una distinción entre conflicto ideológico y conflicto interpersonal. Veamos un ejemplo práctico y supongamos que estamos en una reunión donde nuestro equipo busca una solución a un problema que se ha presentado. Cuando uno de nuestros colaboradores ofrece una idea que no nos convence, podemos responder de al menos tres maneras:
Simplemente permanecer en silencio y dar la impresión de que estamos de acuerdo; cosa que realmente no nos ayudará como equipo. O peor aún, permanecer en silencio durante la reunión, pero criticar después de la misma a espaldas del colaborador.
Atacar a la persona, diciendo "otra vez tu y tus tontas ideas; esto nunca funcionará." Tanto la primera como la segunda reacción crearán un conflicto interpersonal que afectará al equipo de manera negativa.
Participar en un conflicto o una discusión ideológica diciendo "yo pienso que esa idea no soluciona el problema, porque omite algunos aspectos importantes que debemos de considerar." Esto puede abrir un espacio para el intercambio de ideas, ahorrar tiempo y resultar en una mejor solución.
Los equipos que participan en conflicto productivo discuten y resuelven problemas de manera más rápida y completa y concluyen debates intensos sin resentimientos o daño colateral. Al contrario, incluso están dispuestos y motivados para trabajar con el próximo reto. Los miembros de equipos que practican el conflicto productivo:
Tienen reuniones interesantes y dinámicas.
Extraen y aprovechan las ideas de cada miembro del equipo.
Resuelven verdaderos problemas de manera rápida.
Minimizan la política en su organización.
Ponen temas críticos sobre la mesa.
El primer paso para desarrollar o crecer esta habilidad en nuestro equipo, es reconocer que el conflicto puede ser productivo y estar consciente de que la gran mayoría tiende a evitarlo. Aun así, hay algunos otros métodos que nos pueden ayudar para hacer el conflicto más común y productivo.
Extraer desacuerdos escondidos y ponerlos sobre la mesa. Implica tener el valor de mencionar temas sensibles y retar a los miembros del equipo a trabajarlos. Así mismo requiere de una disposición de dar seguimiento al tema hasta que efectivamente se resuelva.
Permitir a las personas que discutan. Muchas veces cuando se toca temas sensibles y la situación se vuelve un poco tensa, las personas se empiezan a sentir incómodas. En ese momento puede ser de gran ayuda si alguien simplemente les recuerda que esto es necesario e incluso sano para el equipo. Así mismo puede ser de ayuda cuando se felicita a un equipo después de una discusión, afirmando que ese conflicto fue algo positivo para el equipo y que tampoco deberían evitarlo en el futuro.
Como líderes, muchas veces queremos proteger a los miembros de nuestros equipos - quizás como los padres con sus hijos. El no querer que se lastimen nos puede llevar a interrumpir desacuerdos o discusiones prematuramente. Por ello es esencial que como líderes mostremos paciencia cuando nuestros colaboradores participan en un conflicto y permitir que la resolución se dé naturalmente, aun cuando esto en veces se ponga un tanto difícil. Por último, cabe mencionar que es esencial que los mismos líderes muestren la habilidad de comportarse apropiadamente ante el conflicto. Cuando los mismos líderes evitan el conflicto cuando este es necesario y productivo - cosa que muchos líderes hacen - terminan modelando esa misma disfunción en su equipo.
Cuando un equipo participa en conflicto productivo, buscando las opiniones y perspectivas de cada miembro, también puede comprometerse confiadamente con la decisión final, sabiendo que se benefició de las ideas de cada uno. Dicho compromiso es la tercera cualidad que analizaremos en el próximo artículo.
Estas ideas fueron tomadas del libro Las 5 Disfunciones de un Equipo por el autor Patrick Lencioni. Foto: Arisa Chattasa
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