El tercer pilar de la inteligencia emocional, es la conciencia social que Goleman divide en dos cualidades: empatía y conciencia organizacional.
1. La empatía
Esta es la habilidad de escuchar y entender de manera acertada lo que otros piensan, sienten y lo que les preocupa, aunque no lo hayan expresado explícitamente. Se trata de apreciar no solo lo que se dijo, sino porque se dijo.
La empatía se demuestra cuando percibimos el estado de ánimo de las personas y nos fijamos en las señales no-verbales que emiten, cuando nos relacionamos bien con personas de diferentes trasfondos, cuando escuchamos atentamente a los demás y a sus perspectivas, aún cuando estas son diferentes a las nuestras.
Si deseamos desarrollar esta área en nuestra vida, un ejercicio práctico puede ser el tratar de ponernos en los zapatos de otra persona; buscar entender porque piensa y actúa de cierta manera. Así mismo puede ser de ayuda reflexionar sobre las siguientes preguntas:
¿Escucho atentamente a la gente?
¿Pongo atención, tanto a señales verbales como a las no-verbales?
¿Hago preguntas de clarificación para entender lo que realmente se está diciendo?
¿Ofrezco retroalimentación verbal y no-verbal, para comunicar que estoy escuchando?
2. La conciencia organizacional
Esta es la capacidad de entender las relaciones de poder dentro de algún grupo u organización. Implica identificar a las personas que influyen y participan en la toma de decisiones, así como reconocer los valores y la cultura de los mismos.
Demostramos una conciencia organizacional cuando entendemos las fuerzas políticas que operan en un grupo, así como el proceso informal a través del cual se logran los avances e identificar que se recompensa y que no.
Sirve hacer un ejercicio, y hacernos las siguientes preguntas en torno a nuestro propio lugar de trabajo, nuestro grupo de amigos y nuestra familia:
¿Quienes son las personas de influencia?
¿Estoy realmente consciente de las expectativas que se tienen de mi?
¿Qué comportamientos son aceptables y cuáles no lo son?
¿Qué hacemos bien como organización gracias a nuestra cultura o valores?
¿Qué limitaciones tenemos a raíz de nuestra cultura o valores?
Foto: Pixabay
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