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4.8 El Combustible Emocional

¿Alguna vez te has quedado sin gasolina en tu auto? ¿Quizás tirado al lado de la carretera esperando a que alguien te ayude? El autor Tim Elmore es una de esas personas que siempre se arriesga, acabando con la última gota de combustible, antes de llegar a la gasolinera. Relata que un domingo en la mañana, cuando él y su esposa iban en camino a la iglesia, ella le volvió a llamar la atención, pidiendo que primero fuera a la gasolina para llenar el tanque. Tim, estando seguro que tenía suficiente para ir y regresar a la iglesia, no le hizo caso.


Probablemente ya se imaginan cómo acabó la historia. Efectivamente se quedaron sin gasolina. Tim tuvo que empujar el auto a lo largo de una buena distancia mientras su esposa se reía. Los automóviles no pueden correr sin combustible. Así mismo, si lo usas sin el debido aceite de motor o transmisión, pronto tendrás problemas graves.


De la misma manera, los líderes necesitan de combustible para poder andar bien. Necesitamos de combustible espiritual y emocional. Como los líderes muchas veces se desgastan más que otras personas, también necesitan reabastecerse más que las demás personas. Se podría decir que las conexiones personales de un líder son su combustible emocional. Como líderes, necesitamos a personas en nuestras vidas, que no solo nos vacían, pero que también nos reabastecen. Cuando uno como líder no cuenta con dichas relaciones, pronto buscará satisfacer sus necesidades a través de su seguidores. Esto generalmente termina en situaciones conflictivas.


Por ejemplo, algunas personas dirigen porque son necesitados. Su tanque emocional está vacío y necesitan de personas que se lo llenen. Obviamente todos necesitamos de otras personas por razones sociales, pero aquí se trata de líderes enfermos que dependen de otras personas que los elogien, den prestigio o los hagan sentir bien. Quizás la autoestima del líder dependa de si la gente lo quiera o no. Eso nunca es bueno. Otros dirigen porque se sienten solos y algunos por que necesitan que se les anime. Si tu necesitas de las personas para esto, no las puedes dirigir bien. Tu perspectiva será distorsionada por tus propias necesidades, y ya no podrás enfocarte en lo que es mejor para tu equipo o tu organización. Por ello, como líderes debemos garantizar que nuestro propio tanque emocional esté lleno, antes de buscar dirigir a otros.


¿Cómo podemos llenar nuestro tanque emocional? Tim Elmore recomienda tener una red de conexiones, que consiste de las siguientes personas:

  1. Modelos: personas que hacen lo que a nosotros nos gustaría hacer.

  2. Heroes: personas que admiramos.

  3. Mentores: personas que invierten en nosotros y nos entrenan.

  4. Círculo interno: amigos cercanos que son como familia.

  5. Compañeros: personas que caminan con nosotros y nos piden cuentas.

  6. Mentoreados: personas que aprenden de nosotros.

¿Cómo se ve tu red de conexiones? ¿Qué puedes hacer esta esta semana para crecer en esta área?


Capítulo nueve, del libro "Habitudes: Images that form Leadership Habits and Attitudes" por el Dr. Tim Elmore. Foto: Luca Nardone.

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