Durante la segunda guerra mundial, los pilotos de la fuerza aérea japonesa dieron origen al término Kamikaze. Los Kamikazes eran pilotos, dispuestos a dar sus propias vidas por su país. Cuando se les acababan las balas y bombas, estrellaban sus aviones contra bases o barcos militares, sacrificando sus propias vidas en el proceso.
Se cuenta la historia de un piloto Kamikaze en particular, que después de regresar de su quincuagésima misión, fue entrevistado por un reportero. Este le preguntó al piloto si su vida no era una contradicción. ¿Cómo era posible que un piloto kamikaze - cuya misión terminaba en suicidio - seguía vivo después de cincuenta misiones?
"Bueno" respondió el piloto, "estuve muy involucrado. No muy comprometido, pero muy involucrado."
Efectivamente es una contradicción. Un auténtico piloto kamikaze participa en una sola misión. Entrega su vida por esa misión. No puede estar involucrado sin estar comprometido. No hay tal cosa como un Kamikaze mediocre. El compromiso viene con el territorio. Así mismo es con nosotros. Si tenemos esperanzas de ser personas exitosas, no se diga líderes exitosos, debemos de estar comprometidos. Los líderes poseen compromiso. No pueden estar involucrados sin estar comprometidos. Quizás el resto del mundo puede disfrutar de un involucramiento sin compromiso, pero nosotros como líderes no.
Se podría preguntar, ¿cuál es la diferencia entre involucramiento y compromiso? Bueno, solo pregunta al cerdo y a la gallina, después de tener un desayuno rico de unos huevos revueltos con jamón y tocino. La gallina estuvo involucrada. El cerdo estuvo comprometido.
La palabra "mediocre" se usó en un principio para describir a montañistas que no estaban comprometidos. El significado literal de la palabra viene de "media roca". Se usaba para describir a montañistas que no llegaban hasta la cima, y que se rendían a medio camino.
Hoy en día, sobran las personas no comprometidas. Vivimos en un mundo lleno de diversas opciones, y mucha gente no se quiere comprometer, por miedo a perder otras oportunidades. ¡Queremos hacerlo todo! El problema es que no podemos hacer todo. Se podría decir que los líderes pueden hacer cualquier cosa, pero no todo. Deja repetir este último enunciado: como líderes podemos hacer cualquier cosa, pero no podemos hacer todo. La gran mayoría de los líderes extraordinarios a lo largo de la historia, alcanzaron grandes logros por que tuvieron un enfoque estrecho, así como un gran compromiso hacia la causa.
Muchas personas hablan de los compromisos que piensan hacer, pero pocos realmente los cumplen. Las resoluciones de año nuevo generalmente duran hasta febrero o marzo. Decimos que creemos en algo o hacemos promesas, pero poco a poco nos distanciamos de ello. Los Kamikazes mediocres no cuestan más que un peso por docena. La razón por la que algunas personas llevan vidas de calidad y logran tener una gran influencia, es por que hacen más que hacer promesas. Están comprometidos a una serie de ideales y valores, y los aplican en su vida. Se mueven de un "deseo" a un "estilo de vida" y en el camino se entregan a una causa en particular.
Vale la pena preguntarnos, ¿que clase de personas somos? ¿Que tipo de líderes somos? ¿Somos personas enfocadas y comprometidas con una causa, dispuestas a irnos hasta la cima, cueste lo que cueste?
Capítulo doce, del libro "Habitudes: Images that form Leadership Habits and Attitudes" por el Dr. Tim Elmore. Foto: www.1zoom.me.
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