La tercera distinción de personalidad según Myers-Briggs, tiene que ver con nuestra manera de llegar a conclusiones. Muchas veces se habla de personas que solo piensan fríamente con la cabeza o de otros que se enfocan demasiado en sus emociones.
Al primer tipo de personas, se les define como individuos que piensan.
Toman sus decisiones de una manera lógica e impersonal. Se fijan en los números y en la información actual, y al tomar una decisión procuran separarse de sus emociones.
En lo general, son menos diplomáticos y más enfocados en decir la verdad. Prefieren decir las cosas tal y como son, incluso cuando esto ofende a los demás. Es por ello que pueden parecer muy directos, más fríos y orientados en resultados.
Ponen una gran importancia en la justicia.
Cuando se trata de conflicto, lo ven objetivamente y no lo toman personal. De hecho, la falta de harmonía no les afecta mucho.
Estas son las personas que preguntan, ¿qué se necesita decidir y cuáles son las posibles implicaciones?
Al segundo tipo de personas, se les define como individuos que sienten.
Basan sus decisiones en sentimientos personales y en sus valores. Les preocupan mucho las implicaciones que tendrán sus decisiones en la vida y en los sentimientos de los demás.
En lo general, son muy diplomáticos y no quieren lastimar a otros. Cuando la verdad resulta ser difícil, les cuesta mucho decir lo que se requiere. Muchas de estas personas, pasan su vida tratando de complacer a los demás.
Ponen una gran importancia en la misericordia y el elogio.
Cuando se trata de conflicto, lo tienden a tomar de manera personal. Requieren de una harmonía en su entorno y donde esta no existe, les causa un enorme estrés.
Estas son las personas que preguntan, ¿quien me importa mas en esta decisión; que es importante para mi y para los demás?
Como hemos dicho en las últimas dos semanas, tanto en la vida como en nuestras organizaciones, necesitamos de los dos tipos de personalidad. Si todos solo pensaran con la cabeza, muchas personas terminarían siendo lastimadas y afectadas de maneras negativas. Al mismo tiempo, si todos solo estuvieran enfocados en sus pensamientos, se llegaría a ignorar o tolerar muchos problemas. Sin embargo donde ambos tipos participan en el diálogo y el análisis de diversas situaciones, pueden llegar a encontrar muy buenas soluciones.
También cabe mencionar que hay situaciones en donde necesitamos más de una persona que piensa críticamente, que defiende la verdad y busca la justicia, mientras que puede haber otras situaciones donde se requiera más de una persona que demuestre empatía y ofrezca el acompañamiento y entendimiento necesario. Necesitamos al primer tipo para confrontar a los problemas y ver que avancen las cosas. Así mismo se requiere del segundo tipo para mantener el balance y un entorno de empatía.
Esta serie actual se basa en los trabajos de Katherine Cook Briggs e Isabel Briggs Myers. Foto: Fauxels.
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