La cuarta y última distinción de personalidad según Myers-Briggs, tiene que ver con nuestra manera de tomar decisiones. Quizás también les haya pasado, que van a un restaurante con su pareja. Uno de ustedes observa el menú por unos segundos y ya se decide por lo que quiere. Es más, probablemente pide lo de siempre. La otra persona no se puede decidir. Hay tantas opciones y varias que suenan muy sabrosas. Finalmente cuando el mesero ya regresa por tercera vez, pide algo. Sin embargo, apenas se va el mesero y ya se arrepiente de no haber pedido el otro platillo. Muchas veces, esta diferencia en las personalidades, también se distingue entre personas organizadas y desorganizadas. Veamos.
Por un lado hay personas decisivas, quienes viven su vida de una manera planeada, ordenada y controlada.
Su escritorio tiende a estar limpio y ordenado.
Por lo general tienen alguna agenda o calendarios electrónicos donde registran sus compromisos y tareas pendientes.
Les gusta aclarar y resolver los asuntos lo más pronto posible. Detestan los pendientes.
Son personas muy disciplinadas, quienes tienden a poner su trabajo por encima de todo.
Son aquellos individuos que se preguntan, "¿de qué sirvió esta reunión? Se habló mucho, pero no se llegó a ninguna decisión."
Por otro lado hay personas espontáneas, quienes prefieren una vida flexible y se van adaptando a las situaciones que la vida presenta.
Aunque ellos saben exactamente donde dejaron cada papel, para los demás, su escritorio parece un gran desorden.
Prefieren esperar con la toma de decisiones, y dejar distintas opciones abiertas. Donde los primeros hacen planes con mucha anticipación, estas últimas personas prefieren aprovechar oportunidades de último minuto.
Les encanta empezar cosas nuevas y muchas veces aplazan sus pendientes lo más que puedan.
Son personas flexibles, quienes buscan disfrutar la vida.
Son los individuos que dicen, "que buena reunión; pudimos hablar ampliamente sobre el tema y analizar varias opciones."
El primer tipo de personas, tiende a tomar decisiones apresuradas. Por ello, corren el riesgo de llegar a una decisión, sin haber recabado la información necesaria. El segundo tipo de personas, batallan para tomar una decisión, y se arriesgan a esperar demasiado tiempo. Como en las demás distinciones, una organización así como su directiva, necesitan de ambos tipos. El primer tipo asegura que los proyectos avanzan mientras que el segundo tipo asegura que avancen de una manera adecuada y segura. Trabajando juntos, se encuentra las mejores soluciones.
Esta serie actual se basa en los trabajos de Katherine Cook Briggs e Isabel Briggs Myers. Foto: Dimitry Anikin.
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