Hay una cosa, que es verdad en la vida de todo líder: tenemos mucho que hacer. Se puede tratar de hacer llamadas, responder a mensajes y correos, revisando listas de pendientes, haciendo presentaciones, dirigiendo reuniones, etc. Estas son las cosas más sencillas. También estás pensando en el presupuesto, en un conflicto que requiere de tu atención y en los diversos retos que enfrenta la institución, organización o empresa que diriges. Si tienes una pareja o incluso hijos, probablemente batallas para balancear tu vida profesional y familiar. Al final del día, sientes que no tienes suficiente tiempo. Que no hay suficiente de ti, para dar abasto a todo.
El pastor y consultor en temas de liderazgo, Craig Groeschel, dice que "mientras vamos respondiendo a lo urgente, inevitablemente vamos a terminar sacrificando lo que realmente es importante." La pregunta es, ¿cómo podemos organizar bien nuestro tiempo, discernir en qué invertir nuestro tiempo, y en que no, para luego trabajar de una manera más eficiente?
Craig sugiere dividir a nuestras tareas en cuatro niveles:
Nivel 1 - Lo esencial para alcanzar tu misión.
Si estas actividades no se hacen, la organización o el equipo se hunde. Estas actividades impulsan resultados ligados a la misión de la organización o el equipo, pero puede ser más difícil enfocarse en ellas, ya que generalmente requieren de más tiempo y perseverancia. Son a largo plazo por lo que es crítico que uno conserve el enfoque.
Nivel 2 - Lo importante y estratégico.
Estas actividades son muy importantes, pero la misión de la organización o del equipo no depende de ellas.
Nivel 3 - Lo significativo pero no vital.
Son actividades que disfrutamos y valoramos, pero que no son esenciales.
Nivel 4 - Lo externo y de menor prioridad.
Estas son las actividades, solicitudes o pendientes que vienen de afuera de tu organización o equipo.
Teniendo en cuenta esta clasificación de actividades, te invito a hacer el siguiente ejercicio:
Haz una lista de todas las cosas que generalmente deberías hacer cada semana.
Trata de clasificar dichas tareas de acuerdo a los cuatro niveles mencionados.
Lo ideal es que una persona no tenga más que 5 tareas en el primer nivel, ya que estas son las cosas que importan más, y que solo tu puedes hacer. Fíjate especialmente en las tareas que pusiste en el nivel cuatro. Muchas veces este último nivel es la lista mas grande de tareas, y tiende a ser la más urgente - aún así, por lo general tiene que ver muy poco con tus objetivos principales. En esos casos tu respuesta puede ser un simple "no" o un "no ahora"; no hay nada de malo con estas respuestas.
La mayoría de los líderes atienden a muchas tareas de tercer y cuarto nivel, mientras omiten las prioridades del primer y segundo nivel. Haz primero, lo que más te importa, y recuerda que nadie cambió el mundo, haciendo cosas de tercer o cuarto nivel.
Estas ideas fueron tomadas del CRAIG GROESCHEL LEADERSHIP PODCAST. Foto: Anna Tarazevich.
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