Tengo un conocido que suele bromear, que si no fuera por la contabilidad y por los empleados, su negocio sería perfecto y sencillo. Aunque hay personas que entienden y disfrutan los procesos de contaduría, todos estaríamos de acuerdo en que trabajar con personas nunca ha sido fácil.
La realidad es que como seres humanos, somos personas defectuosas, heridas y quebrantadas. Cada uno de nosotros tiene debilidades, puntos ciegos y estamos propensos a cometer errores. Cada uno de nosotros carga en su vida cierto dolor, ciertas experiencias y heridas, que influyen en nuestra manera de actuar. Aparte de eso, tenemos una variedad de personalidades, opiniones y maneras distintas de ver las cosas.
El autor Robert Greenleaf, escribe que un cuarto atributo de un líder servicial, es la habilidad de ofrecer aceptación y empatía. El define dicho atributo como la habilidad de aceptar a la gente como individuos defectuosos, capaces de lograr cosas extraordinarias.
Aceptación implica recibir lo que ofrece la persona.
Empatía implica ponernos en los zapatos de esa misma persona.
Una parte de la realidad humana es el hecho, de que personas comunes - osea gente tambaleante, inmadura y floja - son capaces de alcanzar logros heroicos, cuando reciben un liderazgo sabio.
Un gran líder comprende esta realidad y empieza a preocuparse por las personas. Acepta a las personas en su estado actual, con lo que tienen que ofrecer; muestra empatía por ellos, buscando entender el porqué de su estado actual; y trata de ayudarles a crecer, a desarrollar y mejorar.
Cabe mencionar que mostrar aceptación y empatía no significa simplemente aceptar el desempeño o los resultados actuales, sin decir nada. Significa aceptar que no son personas perfectas, pero tener la paciencia de acompañarlos, y de verlos crecer - cosa que implica el uso de la crítica constructiva, hecha con respeto y dignidad.
Esta serie es un resumen del libro "Servant Leadership" escrito por Robert Greenleaf. Foto: Vision Pic.
Comments