Durante mis estudios de posgrado, me tocó leer un libro por el autor Viktor E. Frankl. Fue una de las millones de personas que sufrieron en los campos de concentración de los alemanes Nazis. También fue una de las pocas personas que logró sobrevivir esos tiempos oscuros en la historia de la humanidad. Viktor perdió prácticamente todo en su vida: su familia, sus propiedades, su trabajo, su libertad, su dignidad, etc. Aún así, argumenta que no perdió todo - aunque no podía controlar lo que pasaba en su vida, conservaba su derecho de decidir cuál sería su actitud y su reacción ante tal adversidades. Explica que este derecho de escoger su actitud, fue la cosa que lo mantuvo con vida y esperanza.
Antes de irnos a otros temas, quiero enfocarme en una última frase de John Maxwell. En inglés dice "people may hear your words, but they feel your attitude". Dicho en español, sería "puede ser que la gente oiga tus palabras, pero sienten tu actitud".
John explica que podemos decir muchas cosas, pero lo que realmente respaldará a nuestras palabras, son nuestra actitud y nuestras acciones. Las personas nos observan, y notan nuestra actitud hacía la vida, hacia el trabajo y hacia ellos; también notan nuestras acciones. Cuando nuestra actitud va de la mano con nuestras palabras, estas tendrán un mayor peso. Lo contrario también es cierto. Si verbalmente agradecemos a nuestros empleados, pero no demostramos una actitud de gratitud, significará muy poco o incluso nada para ellos.
Así mismo menciona que aunque la actitud, no es todo, si hace una enorme diferencia - y más en la vida de los líderes. Una buena actitud no cubre todo; si una persona de plano no sabe lo que hace, una actitud positiva no la salvará. Pero cuando te toca escoger entre dos personas con aptitudes y capacidades similares, lo más seguro es que te irás por la persona con la mejor actitud.
Actualmente vivimos en tiempos críticos, y no siempre es fácil tener una actitud positiva. El último año ha llevado consigo muchos cambios y retos que no todos hubiéramos deseado. Ha sido realmente difícil estar al frente de distintas organizaciones. Aún así, la gente se fija en sus líderes y esperan para ver cómo vamos a reaccionar.
¿Estamos agachando la cabeza, perdiendo la esperanza, renegando sobre todo lo malo que nos ha pasado, sacando nuestra ansiedad, frustración y estrés con las personas que nos rodean?
¿O mantenemos la frente en alto, buscando nuevas alternativas, y animando a nuestros equipos, para juntos encontrar las mejores soluciones?
Así como Viktor E. Frankl, John también nos recuerda que aunque no podamos controlar nuestras circunstancias, nuestra actitud si es algo que podemos determinar nosotros mismos.
Esta serie está basada en la edición 85 del Craig Groeschel Leadership Podcast. Foto: Andrea Piacquadio.
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