Las relaciones en nuestra vida, son como cualquier otra cosa. Si queremos tener relaciones significativas y serias, necesitamos invertir en ellas - tomar el tiempo para cultivarlas y fomentarlas.
A mi pareja y a mi, siempre nos ha gustado recibir a la gente en nuestra casa o ir a visitar a amigos. Simplemente pasar un rato juntos, disfrutar de una sabrosa comida, de un juego de mesa y de una buena plática. Considero que somos afortunados de tener un gran círculo de amigos. Sin embargo recuerdo muy bien el tiempo en que decidí seguir estudiando. Fue un tiempo de mucha carga, tanto en el trabajo como en las clases, y poco a poco fui descuidando de mis amistades. Cuando la gente nos quería invitar, explicaba que no podía por el monto de tarea que aún me esperaba. Cuando mis hijos querían jugar conmigo o mi pareja necesitaba de mi ayuda, muchas veces decía que ahorita no podía, porque necesitaba leer. Después de dos años logré terminar mis estudios, pero también noté que mis relaciones habían sufrido y que todos parecían más distantes. Con algunas personas siento que hasta hoy sigo trabajando en recuperar lo que teníamos.
Desde entonces he notado que no solo fueron los estudios. Tengo ciclos en mi vida en donde el trabajo parece dominar todo el tiempo que tengo - periodos en los que tiendo a descuidar de las relaciones en mi vida. Mi percepción es que no soy el único, y que esta lucha la enfrenta cada persona.
Clayton Christensen explica que por lo general, nuestra familia, así como nuestras amistades no nos van a presionar como sucede en nuestro trabajo. En el trabajo y en la vida cotidiana hay tantas cosas que tienen fechas límites. La comida necesita estar lista para cierta hora, el proyecto necesita ser entregado para un día específico. Los clientes envían un mensaje tras otro, preguntando para cuándo tendremos completado el producto. Por otro lado, la familia y los amigos tienden a ser mucho más pacientes con nosotros. Por ello, es muy fácil decirles cosas como: "mejor lo hacemos la próxima semana", "después de este proyecto me voy a tomar el tiempo", "ahorita no puedo, pero después lo hacemos". Clayton advierte, que es muy fácil vivir bajo esta ilusión - osea enfocarnos una y otra vez en el trabajo, en los proyectos, en los resultados, mientras calmamos a nuestra familia y amigos con el pretexto de hacerlo después. Haciendo referencia en particular a los hijos, dice que entre las distintas excusas, de repente llega el día donde nos despertamos y nos percatamos de que ya crecieron, que ya son adultos y aún seguimos con la mera intención de tomarnos un tiempo para ellos.
Hay parejas, hijos e incluso amigos que aguantan mucho y que permanecen a nuestro lado. Pero hay otros que en el inter se cansan y nos abandonan. Hijos que después dicen "cuando yo te necesitaba, nunca tenías tiempo... ahora ya no me haces falta". Parejas que se van, porque sienten que el trabajo es más importante y ya no lo soportan. Amigos que terminan encontrando otras amistades y que se olvidan de nosotros.
El trabajo es bueno e incluso necesario. Juega un rol importante en nuestras vidas. Pero aún así, vale la pena preguntarnos, ¿estoy dejando tiempo para también invertir en las relaciones que más me importan? ¿De qué sirve alcanzar grandes logros en mi vida, si cada vez me voy quedando más solo, más aislado? ¿Qué me sirve quedar bien con distintas personas, si termino decepcionando las personas que más amo?
Las relaciones son como cualquier otra cosa en nuestra vida. Si queremos fomentarlas, necesitamos asignar y dedicarles tiempo y esfuerzo. Nunca se darán en automático.
Esta serie está basada en el libro de Clayton M. Christensen, titulado "How Will You Measure Your Life?" Foto: Andy Kuzma.
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